«Gano mas plata vendiendo arroz en la calle que en el laboratorio donde trabajaba»

«Compro tu dólar feo, roto, manchado y deteriorado», pregona Miguel Urrutia, un estudiante de contaduría que recurre a la compra y venta de divisas para sobrevivir.
En una esquina de la Plaza Bonalde, en Catia, Caracas, Urrutia comparte la zona con vendedores de tornillos, cables para celular y comida china.
Esta siempre fue una zona de vendedores ambulantes. Pero durante los últimos años el mercado popular se ha desbordado por más calles, la plaza misma y en otros barrios aledaños.
«La gente cambió con la llegada del dólar», dice Ana Cermeño, una vendedora de bolsas de 61 años, también en Catia. «Antes esto te lo regalaban en la panadería, pero ahora la gente está vendiendo todo, lo que se encuentra y si no lo encuentra, se lo inventa».
Tras una crisis económica que redujo la economía un 80% entre 2013 y 2021, la llegada del dólar de manera informal a las calles venezolanas ha sido un sacudón para las lógicas del empleo.
Por eso es que Yulimar Aldana, de 26 años, decidió dejar su empleo como auxiliar de laboratorio y armó una mesa de venta de productos básicos en el barrio San Martín.
«Es que gano más vendiendo arroz, harina, aceite aquí en la calle que en el laboratorio (…) Pero además ya no me tengo que gastar la plata del transporte o durar cuatro horas al día llegando hasta allá».
Oscar, quien pidió no revelar su nombre porque su actividad puede ser interpretada como ilegal, está estudiando para ser chef y tuvo un emprendimiento de banca por internet.
Hoy, sin embargo, encuentra sus ingresos en los videojuegos.
«Cuando uno ve que la gente acá se gana esos $50 en una o dos horas de trabajo, esto se convierte en un salvavidas o en un auxilio», explica. Quienes se dedican a monetizar Axie Infinity suelen ganarse unos $800 al mes en promedio.
Info: BBC Mundo